Julio 22, 2013 Montreal, Canada
Aum Namah Pranavarthaya Shuddha Gnana Eka Amurtaye Nirmalaya
Prashantaya Sri Dakshinamurtaye Namah. (Salutación a Sri Dakshinamurthy, que
siempre es puro y calmo, que es la encarnación del Conocimiento que representa
y demuestra el significado de OM, el Supremo)
Una vez, había un Gurú que estuvo sentado en una congregación donde
muchísima gente fue a verlo para recibir sus bendiciones. Él estaba en silencio
la mayoría del tiempo, pero cuando la gente le preguntaba algo, él decía: “¡Oh,
tienes tanta suerte!”
Así que un estudiante se acercó al Guru y le dijo: “He reprobado mi
examen”. Y Gurudev le dijo: “ ¡Tienes mucha suerte!”. La siguiente persona le
dijo: “Gurudev, he perdido mi trabajo”, y el Gurú le dijo: “ ¡Tienes mucha suerte!”
La tercera persona se le acercó y dijo: “Ninguno de mis amigos me habla… todos
se han vuelto mis enemigos”; y Gurudev le dijo: “ ¡Tienes mucha suerte!”. Luego
vino otro caballero y le dijo: “Mi esposa me dejó”, y el Gurú le dijo: “
¡Tienes mucha suerte!” Así que todos iban contándole sus problemas y cada vez,
Gurudev les decía: “ ¡Tienes mucha suerte!”.
Y de una manera muy extraña, repentinamente, algo les sucedía y ellos
se sentían muy felices y se marchaban.
Entonces, uno de los caballeros se acercó al Gurú y le dijo: “ ¡Gurudev, tengo tanta suerte! Te tengo en mi
vida… ¡estoy tan agradecido!” ¡Y Gurudev se enojó y le dio un cachetazo!! Este
hombre, con lágrimas en los ojos y lleno de gratitud, comenzó a bailar…
Y alguien que estaba observando todo esto, se quedó muy confundido y
dijo: “ ¡No puedo creer lo que estoy
viendo. Alguien que le dice que está muy agradecido recibe un cachetazo y a
todos los demás que fueron a llorarle, les dice que tienen mucha suerte!” Esta
persona no podía comprender. Generalmente ellos no tienen el coraje de preguntarle al Gurú, así que le hacen
preguntas a los devotos que andan por allí: “Dime… ¿qué es lo que está
sucediendo? Tú has estado aquí por mucho tiempo; no puedo entender el
comportamiento del Gurú… ¡es completamente ilógico!”
Como siempre, los devotos hacen sus propias interpretaciones. Así que
uno de ellos, el más antiguo devoto, le dijo: “Sí, es perfecto lo que el Gurú
dijo”.
Yo recuerdo a un señor muy mayor que me narró un incidente en el Ashram
de Bangalore. Él dijo que en el año 1942, había sólo un cirujano en Bangalore y
que éste cirujano había reprobado su examen siete veces. En aquellos días,
cuando la gente se hacía una operación de apendicitis, los médicos cortaban una
vena específica que hacía que algunos pacientes murieran. ¡Ellos no sabían qué
vena tenían que cortar!. Así que este caballero -que había reprobado muchas
veces su examen- descubrió cuál era la vena que había que cortar y se hizo muy
famoso y respetado. Más adelante, también recibió un reconocimiento
internacional. ¡Pero él había reprobado siete veces su examen de medicina! De
manera que si alguien reprueba un examen… ¡quiere decir que esa persona tiene
que estudiar mucho más!
Si estudias sólo una vez… quizás pases el examen de alguna manera…
¡pero luego te olvidarás de todo! Pero si repruebas, te harás competente en esa
materia. Si has fallado en matemáticas, entonces tendrás que memorizarlo todo
para pasar. Así que cada vez que alguien reprueba un examen, es algo bueno ¡porque luego éste se convertirá en un mejor
médico o en un mejor ingeniero! (risas). Significa que tiene que poner mucho
esfuerzo para estudiar el mismo tema.
Así que el devoto mayor, le dijo: “Gurudev le dijo al estudiante: “
¡tienes mucha suerte”, porque ahora, el estudiante está estudiando mucho más”.
Al señor que le dijo: “Perdí mi empleo”, Gurudev le dijo lo correcto: “cuando
tienes un empleo, no piensas sobre ti mismo. Ahora que has perdido tu empleo,
tienes tiempo para sentarte y reflexionar sobre quién eres y qué es lo que
quieres. ¡Tienes un poco de tiempo para pensar sobre tu vida! La gente que
tiene un empleo siempre se queja de que no tienen tiempo para nada. ¡Ahora tú
tienes tiempo!”
Tener tiempo en tu vida, es una gran suerte. Tener tiempo para
reflexionar sobre uno mismo, sobre la Divinidad, sobre la Verdad o sobre
“¿Quién Soy?”… es una gran suerte. Al otro señor cuya esposa lo abandonó, le
dijo: “¡Tienes mucha suerte! Hasta ese momento, esta persona estaba viviendo su
vida con mucha intensidad y no se ocupó de ver qué era lo que su esposa
necesitaba. Cuando alguien se va de tu lado, recién te das cuenta de lo que esa
persona vale. Recién entonces te pones a pensar sobre tus errores. Te das
cuenta de todas las cosas que pudiste haber hecho mejor. De manera que tienes
suerte porque te has vuelto sensible a los temas de la mujer. ¿Por qué habría
de irse tu esposa si realmente has atendido a su bienestar y a sus necesidades
emocionales, mentales y físicas? ¡Hay algo que has hecho mal! Ella –yéndose- te
ha hecho consciente de que tienes que ser sensible hacia las mujeres. Él lo entendió así, así que también se quedó
contento.
De manera que -al igual que
esto- en cada etapa de la vida, cuando pierdes algo, te haces muy desdichado… ¡
pero esa desdicha te despierta!
La conciencia humana tiene tres niveles: El primer nivel, es estar
inerte. En el idioma Hindi, decimos “ghora jarata”: ser insensible. Hay tanta
inercia en ti, que no sientes nada. Y desde la inercia –cuando comienzas a
darte cuenta de que la vida es desdichada- entonces amanece en ti la
discernimiento (viveka) y el desapasionamiento (vairagya). Cuando el
desapasionamiento amanece en tu vida… ¡eres el más suertudo! De manera que –si
todos tus amigos te han abandonado- ellos te han dado el suficiente tiempo para
que reflexiones sobre ti, sobre quién eres, qué eres y qué es la verdad. ¡Por
lo tanto tienes mucha suerte!
El primer paso es darse cuenta de que todo es desdicha. La vida es
desdichada. La vida es dolor. Es entonces cuando la gente se hace religiosa.
Ese es un paso. El siguiente paso es ver que la vida es maravillosa y dichosa.
Primero te das cuenta de que es toda desdicha y luego, desde ese lugar, das el
segundo paso preguntándote: “Dónde está la desdicha? ¡Vamos despierta!”. Y aquí
es donde el Gurú entra en el juego. La presencia del Gurú -o cuando la energía
del Gurú Tattva surge en ti- entonces la desdicha se esfuma y se transforma en
gozo… en un gozo total. ¡La vida es gozo! La vida es un juego, es Lila (juego).
Éste es el aprendizaje que llega.
Bien… ¿entonces por qué la
persona que dijo: “Estoy tan agradecido”, recibió una cachetada? El antiguo devoto le dijo: “Gurudev le dió
una cachetada porque él estaba centrado en el “yo estoy agradecido”. Cuando le
dio la cachetada, la persona se dio cuenta de que tenía que “vivir como si no existiera”. Generalmente la gente
existe, pero no vive. Existir sin tener una vida, es ignorancia. Vivir como si
no existieras, es iluminación. ¡Y ese cachetazo lo despertó! El “yo”, el “yo soy desdichado”, “yo soy feliz”…”
¿dónde estoy? … yo no estoy allí”…
¡Vive como si tú no estuvieras allí! Este fue el mensaje que recibió
este caballero. ¡Y cuando recibió el cachetazo quedó tan feliz! Porque… ¿de qué
tenemos que estar agradecidos? Para ser agradecido, se necesitan dos y el
Maestro le dijo: “Eh, despierta… “tú” y “yo”… ¿dos? ¡Si sólo existe el Uno!
¡No existe ni un “tú” ni un “yo!”
.Hay sólo un Brahman (Divinidad) que existe y este es todo el Drama y el Lila (el juego) de la vida.
¡Disfruta! Cuando te das cuenta de esto, la desdicha desaparece de tu vida.
Cada desafío es una oportunidad y cada oportunidad es un paso hacia la
Divinidad.
Esta es la moral de este cuento. Bueno les contaré otro cuento:
Ya vieron que todos los dedos son diferentes. Ningún dedo es igual. Así
que una vez, todos los dedos comenzaron a discutir sobre cuál de ellos era el
más importante. El pulgar dijo: “Miren, yo soy el más importante. Soy el más
robusto y cada vez que la gente gana algo, ellos me muestran en señal de
victoria. Y si quieren decir: ‘está muy bien, avanza’, también ellos me
muestran como una señal. ¡Ellos hacen esto porque soy el dedo más importante!
Yo soy el más grueso… ¡soy el mejor! Y también alguien que no es educado, me
usa para expresar sus impresiones” Así que el pulgar dijo que él era el mejor
de todos.
Y el dedo índice dijo: “¡Vamos! Cuando la gente tiene que indicar algo,
ellos me usan a mí. Cualquiera que tiene sabiduría, muestra el camino con mi
dedo. Así que yo soy el que da direcciones en la vida. ¡Yo soy el mejor!
Luego el dedo medio dijo: “Creo que todos ustedes están ciegos. Si
miran la mano de todo el mundo… ¿quién sobresale? ¡Yo soy el más alto! ¿Por qué
discuten innecesariamente? Esto es como discutir si el sol está alto al medio
día o no!”
Luego el dedo anular dijo: “¡Yo sólo puedo reírme de todos ustedes! ¿En
qué dedo la gente pone sus joyas? Nadie le pone una joya el dedo pulgar. Los
anillos siempre adornan el dedo anular. Yo soy el más importante. En todo el
mundo la gente ha reconocido esto y yo soy el mejor”.
Y el dedo meñique dijo: “Cuando viene un dignatario… ¿quién está al
frente? (lo dice refiriéndose al gesto de manos unidas en señal de respeto,
cuando -al saludar- se dice: “Namaste”
, donde el dedo que queda al frente es el meñique) Cuando alguien va al templo
a rezar, quién queda enfrente de Dios? ¡El más importante, va enfrente de Dios!
¡ Así que yo soy el que está más cerca de Dios. Y quienquiera que esté más
cerca de Dios, es el más importante ¡De
manera que yo soy el más importante!!
Así que los cinco dedos tuvieron su propia forma de declarar que cada
uno era el mejor.
De manera que reconoce la grandeza en ti y reconoce la grandeza en los
demás. Entonces, no existirá el “tú” ni “los demás”… ¡y eso quiere decir
Namaste!. Eso es plenitud.
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