La Promesa del Átomo (Anu Vrat)

La mente vive queriendo más. La desdicha comienza por querer más y más. La desdicha te hace denso y burdo. El Ser es sutil. Para ir de lo burdo a lo sutil, pasas por lo más fino y relativo: el átomo.

Para sobreponerse a la aversión, al odio, los celos, las atracciones o los enredos, tienes que ir hacia el átomo. Ir hacia el átomo quiere decir aceptar un poquitín de todo esto.

Puede que te sea difícil aceptar algo que no te gusta, pero, definitivamente,  ¡puedes aceptar un poquitín -una partecita tan pequeña como el átomo- de eso que no te gusta!  Al momento en que aceptas ése átomo, verás que llega un cambio. Esto se tiene que hacer durante el estado meditativo.

Supón que amas a alguien. Entonces quieres más y más de esa persona… pero sin embargo, no te sientes realizado. Durante el Anu Vrat, que es “La Promesa del Átomo”, simplemente tomas un átomo de esa persona y eso  ya es suficiente para que te sientas realizado.

Aunque el río es vasto, apenas un sorbito de su agua sacia tu sed. Aunque la Tierra tiene tanta comida, sólo un pequeño mordisco, satisface tu hambre. Todo lo que necesitas son pequeños bocaditos.  ¡Acepta una pequeña parte de todas las cosas que te brinda la vida y eso te traerá realización!

P: ¿Qué hay sobre los problemas?
Sri Sri: ¡Hay tantos problemas en el mundo! Puedes aceptar sólo una parte pequeña de ellos. Hoy, vete a la cama sintiendo que estás satisfecho, ¡tomando solamente una partecita de la Divinidad contigo! La satisfacción llega desde lo sutil y no desde el querer más y más.

P: ¿Y qué hay sobre el dar?
Sri Sri: Toma una pequeñísima parte para ti y dona todo lo demás.

Jai Guru Dev