Una tarde con Sri Sri Ravi Shankar

continuación

Como saben, los padres estás allí para servir a tus hijos y los hijos están allí para servir a los padres. Los esposos están allí para apoyarse mutuamente. Con estos sentimientos y con esta actitud, la vida toma un giro completamente diferente. OK, les voy a dar tres secretos, ¿está n preparados para esto?

Un secreto es para las damas, otro para los hombres y el tercero para ambos. ¿Están listos?

Bien, primero es el secreto para las mujeres: Nunca le pises el ego a tu hombre. Siempre ínflale el ego a tu hombre. Puede que él no sea tan inteligente,  y por el hecho de que te casaste con él ¡nunca deberías  decirle que no es muy inteligente! Al contrario, le tienes que decir: “tú eres el mejor, tienes la mente más increíble…todo el mundo podrá decir que él es un cabeza hueca, pero tú  nunca debes decirle eso. Tú debes decirle “eres el más brillante”.  ¡Ínflale el ego! Le puedes decir así: “por el simple hecho de no usar tu cabeza,  no quiere decir que no la tengas”! (risas) Dile, “eres el más inteligente”. Nunca le pisotees su ego. No le hagas sentir que siempre tiene que probarte algo… dale esa relajación. Y entonces, todo irá sobre rieles.
Ahora un secreto para los hombres: Los hombres no tienen que pisotear las emociones de su esposa. Puede que se queje contigo sobre su padre, pero es mejor que ni se te ocurra abrir tu boca! (risas) Y si ella quiere ir de compras, no le digas que no. Las mujeres están aferradas a sus emociones y a lo mejor quieren ir a un peregrinaje o a escuchar música… de manera que los hombres no debemos pisotear las emociones de las mujeres. Es más, sus emociones deben ser estimuladas. 


Ahora, una sabiduría para los dos: Nunca demandes el amor de tu esposo/a… ¡ y ni siquiera te atrevas a dudarlo! Si encuentras que su amor no es tan bueno como lo fue antes, entonces no le preguntes  “¿realmente me amas?”   Sólo le tienes que preguntar  “¿por qué me amas tanto?”  Si te das cuenta de que su atención está en algún otro lado y sientes que ya no te ama tanto como antes, dile “¿por qué me amas tanto?” Porque cuando demandas o pides prueba del amor de tu pareja, es una gran carga tener que probarlo. ¿No es así? Si alguien viene y te dice, “¡ahora pruébame que realmente me amas!” Oh, mi Dios ¿cómo lo voy a probar? Así que no le pongas esa carga a nadie  para que te pruebe su amor por ti. De manera que estos son los tres secretos que tenemos que conocer para poder navegar por entre las relaciones.

Jai Guru dev