Publicado el 20 de abril de 2010, 04:13 AM PDT
The Times of India, 20 de abril de 2010
H.H.. Sri Sri Ravi Shankar
La cabeza comprende a la cabeza y el corazón comprende al corazón. Tratamos de poner el corazón en la cabeza y la cabeza en el corazón y parece que no funciona.
Tu corazón siente que algo es hermoso, y puedes sentirlo. Cuando la cabeza dice que algo es hermoso, nos aferramos a la palabra; está allí en la mente, pero podríamos no sentir lo que sentimos cuando el corazón dice lo mismo. Repetimos la palabra 'hermoso' en la cabeza pero no parece ni se siente hermoso de la manera en que habría sido si hubiese provenido del corazón.
Hablemos del amor. Es lo mismo: hablas mucho acerca del amor, la palabra amor se pega en la cabeza, pero de alguna manera no hay profundidad de sentimiento. Eso es porque está en la cabeza, no en el corazón. En silencio, el amor se emite, se irradia. Tenemos una vivencia de nosotros mismos en las cosas que más amamos. Es por eso que, cuando perdemos las cosas que amamos, nos sentimos heridos; nos sentimos infelices.
Supón que algo le ocurre a tu auto o a tu perro; sientes una pérdida. O sea que no sólo vives en tu cuerpo, sino también en el de los objetos o personas que amas. Pero si puedes expandir este ejercicio aún más y abarcar la integridad, sabrás que no hay pérdida y que estás completo.
Eres una perla azul. El azul es hermoso; azul es algo que es grande, vasto e infinito. Todo lo que es inmenso e infinito en la creación y aquello que tiene profundidad se expresa a sí mismo en azul.
El cielo es azul, el océano es azul. Eres una perla azul en el sentido de que no se te puede medir. Eres tan profundo en tu ser. Aunque estás en el cuerpo, nadie puede medir tu ser. El ser en ti no es sólo la infinidad azul; es una radiante infinidad resplandeciente que es profunda e inmensa. Perla azul significa aquello que brilla, aquello que es radiante, aquello que es infinito; aunque parece ser finito.
Cuando comenzamos a escuchar nuestro corazón, entonces sabemos que todo es uno; y que un Dios está en todo. En nuestro cuerpo tenemos una enorme cantidad de células y cada célula tiene su propia vida. Muchas células nacen cada día, muchas células mueren pero no te conocen. Tú sabes si algo está mal con una célula en particular; puedes sentirlo. Del mismo modo, aunque estamos todos hechos de pequeñas unidades de vida, hay una vida que abarca y rige todas las demás vidas.
Todos flotamos en un océano de vida; una gran vida. No se trata sólo de espacio vacío a nuestro alrededor; se trata de una gran vida animada. Y en el gran océanos de la vida, todas las ostras flotan y cada ostra tiene un poco de agua que no es agua separada del agua que está en el océano.
Salimos de nuestras ostras y experimentamos, "No estoy sólo en el cuerpo, sino que me expando por todas partes; en cada lugar, soy yo allí y soy yo aquí. Me veo a mí mismo en todas las personas".
¡Ésa es la esencia de la vida!
(H.H. Sri Sri Ravi Shankar es el fundador de El Arte de Vivir)
The Times of India, 20 de abril de 2010
H.H.. Sri Sri Ravi Shankar
La cabeza comprende a la cabeza y el corazón comprende al corazón. Tratamos de poner el corazón en la cabeza y la cabeza en el corazón y parece que no funciona.
Tu corazón siente que algo es hermoso, y puedes sentirlo. Cuando la cabeza dice que algo es hermoso, nos aferramos a la palabra; está allí en la mente, pero podríamos no sentir lo que sentimos cuando el corazón dice lo mismo. Repetimos la palabra 'hermoso' en la cabeza pero no parece ni se siente hermoso de la manera en que habría sido si hubiese provenido del corazón.
Hablemos del amor. Es lo mismo: hablas mucho acerca del amor, la palabra amor se pega en la cabeza, pero de alguna manera no hay profundidad de sentimiento. Eso es porque está en la cabeza, no en el corazón. En silencio, el amor se emite, se irradia. Tenemos una vivencia de nosotros mismos en las cosas que más amamos. Es por eso que, cuando perdemos las cosas que amamos, nos sentimos heridos; nos sentimos infelices.
Supón que algo le ocurre a tu auto o a tu perro; sientes una pérdida. O sea que no sólo vives en tu cuerpo, sino también en el de los objetos o personas que amas. Pero si puedes expandir este ejercicio aún más y abarcar la integridad, sabrás que no hay pérdida y que estás completo.
Eres una perla azul. El azul es hermoso; azul es algo que es grande, vasto e infinito. Todo lo que es inmenso e infinito en la creación y aquello que tiene profundidad se expresa a sí mismo en azul.
El cielo es azul, el océano es azul. Eres una perla azul en el sentido de que no se te puede medir. Eres tan profundo en tu ser. Aunque estás en el cuerpo, nadie puede medir tu ser. El ser en ti no es sólo la infinidad azul; es una radiante infinidad resplandeciente que es profunda e inmensa. Perla azul significa aquello que brilla, aquello que es radiante, aquello que es infinito; aunque parece ser finito.
Cuando comenzamos a escuchar nuestro corazón, entonces sabemos que todo es uno; y que un Dios está en todo. En nuestro cuerpo tenemos una enorme cantidad de células y cada célula tiene su propia vida. Muchas células nacen cada día, muchas células mueren pero no te conocen. Tú sabes si algo está mal con una célula en particular; puedes sentirlo. Del mismo modo, aunque estamos todos hechos de pequeñas unidades de vida, hay una vida que abarca y rige todas las demás vidas.
Todos flotamos en un océano de vida; una gran vida. No se trata sólo de espacio vacío a nuestro alrededor; se trata de una gran vida animada. Y en el gran océanos de la vida, todas las ostras flotan y cada ostra tiene un poco de agua que no es agua separada del agua que está en el océano.
Salimos de nuestras ostras y experimentamos, "No estoy sólo en el cuerpo, sino que me expando por todas partes; en cada lugar, soy yo allí y soy yo aquí. Me veo a mí mismo en todas las personas".
¡Ésa es la esencia de la vida!
(H.H. Sri Sri Ravi Shankar es el fundador de El Arte de Vivir)
Un genio!!!
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