Detrás de cada acción siempre hay una motivación para lograr un resultado específico. Cuando actúas con el ojo puesto en el resultado o en lograr un determinado fin, la expectación por ese resultado afecta todo el proceso de tu accionar.
Poniéndolo de otra manera, ¡los medios para lograr el fin -generalmente- son más grandes que el fin en sí mismo! Pero cuando actúas como una expresión de dicha sin que te importe el resultado, no quedarás perdido en los medios.
Si haces cosas esperando obtener dicha de ellas, tu acción será inferior. Por ejemplo: Quieres expandir felicidad pero si estás ávido de ver si la otra persona se pone contenta o no, entonces te quedas enredado en un círculo vicioso y pierdes tu alegría en el proceso.
O supón que quieres hacerte cargo de un proyecto pero comienzas a preocuparte de si lo lograrás o no y entonces todo tu entusiasmo por el proyecto se hace agua.
La preocupación sobre el resultado de tu trabajo es lo que te tira abajo y empaña tu entusiasmo. De manera que cuando estés conciente de tu potencial, lánzate a hacer lo que quieras, sin molestarte por el resultado.
En el momento en que tienes dudas, cualquier actividad que acometas te traerá más. Cuando tienes opciones para elegir, el pasto del vecino te parecerá más verde... y esto evitará que disfrutes lo que estás haciendo. No te permitirá enfocarte en lo que tienes entre manos, en el "ahora". De manera que, cuando estés perturbado por las elecciones, relájate y comprende que las opciones y elecciones traen conflicto y que ¡tienes libertad para no elegir!
Así que... ¿cómo estar centrado cuando hay duda o conflicto? En el libro Narada Bhakati Sutras, Narada dice "Karmanyapi Sanyasyati": toma un descanso, no sólo de tus actividades, sino también un descanso de querer el fruto de tu actividad. Podrás tomar el respiro de querer obtener el fruto de tu acción sólo cuando -también- sueltes el resultado y te concentres totalmente en la acción. Esto te dará un profundo desahogo de las dudas y conflictos que están en tu mente.
Aquel a quien no le importan los resultados, está centrado en la propia acción, reposa en el Ser y va más allá de las dualidades, más allá de los conflictos.
¡Esto no quiere decir que uno tiene que dejar de accionar! Pero una persona sabia, aquella que haya obtenido el Conocimiento y haya experimentado el Amor Divino... está más allá de toda acción, pero aún continúa comprometiéndose en la acción.
Puedes trascender sólo lo que hayas atravesado. Puedes soltar solamente lo que tienes. Así que, ¡suelta el fruto de la acción! Necesitas obtener el fruto... pero para obtenerlo... ¡necesitas actuar! Esto es tan hermoso…
Sri Krishna utilizó el fruto de la acción para motivar a Arjuna a que pelee. Le dijo a Arjuna que si moría en batalla, obtendría el Cielo y que si ganaba, regiría el mundo. Jesús también hizo lo mismo.
Cuando estás empantanado en la pereza, necesitas motivación para hacer algo y justamente, el fruto de la acción es el factor motivador. Sin embargo, una vez que comienzas a actuar, ¡suelta el resultado esperado! Solo enfócate en la tarea que tienes en tus manos.
Así que ¡sé activo! Continúa haciendo tu trabajo. Sólo suelta el fruto de tu acción. Todo fruto de una acción está allí como una motivación para que comiences a actuar. ¡Esta es la forma en que proceden los sabios!
|| Jai Guru Dev ||
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