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jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Por qué posponer la felicidad para mañana?



Cada ser viviente quiere ser feliz. Tanto sea para tener dinero, poder o sexo, la gente se mete en esos temas buscando felicidad. Y hasta hay personas que disfrutan del sufrimiento porque eso ¡les da felicidad!

Para ser feliz, buscas algo. Pero a pesar de que lo obtienes, no eres feliz.
Un colegial piensa que si va al colegio será más independiente, más libre y -por lo tanto- más feliz. Pero si le preguntas al colegial si es feliz, te dirá que recién cuando consiga trabajo será feliz.
Habla con cualquiera que esté bien establecido en su trabajo o negocio y encontrarás que está esperando a su alma gemela para ser feliz. Cuando consigue su alma gemela... ahora quiere un hijo para ser feliz. Pregúntales a aquellos que tienen hijos si son felices... ellos dicen que no se pueden relajar hasta que los chicos hayan crecido y hayan tenido una buena educación y sean independientes. Pregúntale a la gente jubilada y libre de responsabilidades si son felices... ellos ¡añoran los días cuando fueron jóvenes!
Durante toda nuestra vida uno se prepara para ser feliz "algún día" en el futuro. Es como hacer la cama todas las noches pero no tener el tiempo para dormir en ella. ¿Cuántos minutos, horas y días de tu vida has pasado siendo feliz internamente? Esos son los únicos momentos en que realmente has vivido tu vida. Esos fueron, posiblemente, los días cuando tú eras un niño pequeño completamente gozoso y feliz o fueron los breves momentos cuando fuiste a surfear, nadar o navegar o subiste a la montaña viviendo el momento presente y disfrutándolo.
Hay dos maneras de mirar la vida. Una es pensar: "Seré feliz después de lograr tal o cual objetivo". La otra es decir: "¡Soy feliz no importa lo que venga!" ¿Cuál de estas maneras eliges para vivir? La vida es un 80% felicidad y un 20% de sufrimiento. Pero, ¡tú te aferras a ese 20% y los conviertes en un 200%! No es un acto conciente, sólo ocurre. Vivir el momento presente con felicidad, estando alertas, en conciencia y con compasión, es iluminación. Ser como un niño es iluminación. Es ser feliz desde adentro, es sentirte como en casa con todo el mundo, sin barreras.
No juzgues y no te preocupes sobre lo que los demás piensen de ti. Todo lo que piensen, no es permanente. Tu propia opinión sobre las cosas y sobre la gente es siempre cambiante, así que..., ¿por qué preocuparte por lo que los demás piensan sobre ti? La preocupación se cobra un impuesto sobre tu cuerpo, tu mente, intelecto y tu estado de alerta. Es como una obstrucción que te aleja mucho de tu propio ser. Trae temor y el temor no es otra cosa que la falta de amor. Es una intensa sensación de aislamiento.
Esto se puede manejar con relajación y haciendo algunos ejercicios de respiración. Luego verás que eres amado, que eres una parte de los demás y que formas parte de todo el universo. Esto te liberará y tu mente hará un giro completo. Entonces, ¡encontrarás tanta armonía alrededor tuyo!
¡No te creas que para encontrar armonía en tu vida tienes que quedarte sentado en un solo lugar por años y años! Cada vez que estás enamorado, tu mente está en el presente y te sientes gozoso. En algún nivel, de alguna manera, todos están meditando sin darse cuenta. Hay momentos en que tu cuerpo, tu mente y tu respiración están en armonía. Ahí es cuando logras el estado del yoga. El arte de vivir yace en el momento presente.
|| Jai Guru Dev ||


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